Hace años me hice un vestido para la boda de mi hija y fue espectacular, por lo que, para nuestras bodas de oro volví, y aún siendo una ceremonia diferente, con el buen hacer del personal de la tienda, volvió a quedar un vestido de impresión. Tanto el primero como el segundo eran modelos diferentes, dentro de la elegancia y distinción, y calidad de la costura, pero sobresalían y llamaban la atención, y consiguieron las alabanzas de familia e invitados. Volvería a confiar en Lagasca 67, una y otra vez. Muchas gracias a todas, en tienda y atelier.